Ponte en una postura cómoda y con cada inhalación siente cómo una luz blanca dorada entra directamente por tu chakra corona. Es como una gran cascada de luz líquida que va bajando por tu cabeza, tercer ojo, garganta, pecho, plexo solar, ombligo, por tus piernas y sale por tus pies. De tus pies, esa cascada sigue cayendo por toda la tierra que hay por debajo hasta llegar al manto de la tierra.
En este mismo instante y momento, vas a visualizar que te envuelve un huevo de luz de color verde esmeralda. Y este huevo de luz de este color verde esmeralda, a la vez, empieza a irradiar ese blanco líquido de esa misma luz que venía directamente de la Fuente. Este huevo irradia todo tu campo electromagnético e ilumina cada cuerpo con cada destello que tiene.
En este mismo instante y momento, también directamente desde la Fuente más elevada de Dios, salen unas esferas de color azul zafiro que se dirigen directamente a ti, posándose en diferentes lugares de todos tus cuerpos. Estas esferas, deja que hagan el trabajo, porque van a actuar absorbiendo cualquier tipo de energía que se haya pegado a ti, cualquier negatividad y cualquier otro tipo de cosa que no tenga que estar ahí. Permite que estas esferas vayan absorbiendo todas estas energías.
Estas energías quedan atrapadas dentro, no pueden salir de estas esferas. No te preocupes, solo permíteles hacer el trabajo de limpieza.
En este mismo instante, todas estas esferas van a elevarse muy grácilmente hacia la Fuente universal, donde allí todas estas energías van a ser transmutadas. En este mismo instante y momento, a través de tu chakra corona va a entrar un gran rayo de color rosa, y ese rayo va a ir irradiando todo tu ser, todo tu cuerpo. Se va a ir enraizando en cada chakra, en cada vórtice energético, y de ahí vas a ver cómo miles y miles de micropuntitos de ese rayo se difuminan por todo tu cuerpo y por todas las células de tu ser.
En este momento, también sobre las palmas de tus manos vas a ver que se colocan unas esferas, y estas esferas tienen un color específico para ti. Estas esferas van a empezar a girar, a girar muy rápido en las palmas de tus manos, y poco a poco esas esferas se van a convertir en grandes remolinos que van directamente creciendo por tus brazos. Poco a poco van envolviendo todos tus brazos y a la vez todo tu tronco y todo tu cuerpo. Siente cómo giran a gran velocidad, y no te preocupes si te mareas un poco, no pasa absolutamente nada. Permite que hagan el trabajo. Giran y giran, hasta que poco a poco se van disipando.
En este momento tan íntimo y especial, observa lo que ha sucedido en tus cuerpos. Sé consciente de ellos y observa también la radiancia y la energía que ha quedado en ti.
Inhala profundamente, exhala. Inhala profundamente, exhala. Inhala una vez más, exhala.