Muy buenas tardes, queridos hermanos de luz. Estamos encantados de estar aquí y ahora con todos y cada uno de vosotros en este instante y en este momento. Desde aquí, queremos transmitiros que siempre, siempre, siempre la energía de la sanación rodea estos eventos que se realizan. La energía de la sanación siempre está presente para todas las personas que estáis aquí en este instante y en este momento. Tú estás aquí en este instante y en este momento porque tu alma ha elegido abrirse a esta energía. Es porque tu alma te ha guiado, y desde aquí queremos decirte y transmitirte que sabemos que muchos os encontráis en el transcurso de querer sanar una enfermedad que lleváis tiempo. Sabemos que muchos de los que estáis aquí queréis sanar vuestras vidas, sabemos que muchos de los que estáis aquí queréis sanar vuestras mentes, vuestras emociones y también la conexión con vuestros espíritus.
Desde aquí, queremos deciros que simplemente la energía más poderosa que hay en este momento es la tuya, la tuya en conexión, en la conexión de tus tres partes alineadas a la vez. Esas tres partes son tu cuerpo, lo que tú conoces y con lo que te relacionas, esa parte física que ves y que conoces y que sabes que tiene esta forma en este instante y en este momento.
La siguiente parte es tu alma. Tu alma es la chispa divina que reside en ti y con la cual, en estos eventos, siempre hacemos la conexión, porque es un vehículo que tienes muy importante. Tu alma es la parte de la chispa divina que está viviendo aquí contigo esta experiencia de encarnación, y tu alma es la que tiene absolutamente todo el conocimiento de esta y de todas tus vidas. Es la que tiene toda la sabiduría de la que tú encarnas y también tiene toda la acumulación de experiencias y aventuras en las que has vivido.
Pero tú, como ser humano, dispones de una tercera parte, y esa tercera parte es tu espíritu. Tu alma simplemente es un pedazo de esa parte de tu espíritu. Tu espíritu sigue en las dimensiones más elevadas y nunca, nunca, nunca ha experimentado realmente la separación de la fuente y de toda la energía universal. Esa Trinidad, esa trilogía, es lo que tú realmente eres.
En estos eventos, lo que sucede en la sanación no creáis que es gracias a nosotros y que nos llevamos el mérito, sino que es gracias a ti, gracias a tu alma y gracias a tu espíritu. Porque en estos eventos, en estos encuentros, lo más interesante que sucede es que muchos, muchos de los que estáis aquí, conectáis con vuestro físico sin siquiera recordar que tenéis ese alma.
Muchas personas ya han comenzado a conectar con sus almas, y esa conexión con el alma es lo que los seres humanos llamáis «despertar», porque estáis conectando con esa parte de vosotros que reside en la verdadera sabiduría universal. Pero también, tu alma recuerda que acumula todas las experiencias vividas en esta y en otras vidas, y de esas experiencias ha ido aprendiendo en cada instante y en cada situación.
En este momento, se está procediendo a una gran sanación colectiva en vuestro planeta de todas las almas de los seres humanos. Y cuando decimos esto, simplemente estamos hablando de que muchas almas están ya pasando a otro nivel, están soltando todos los sufrimientos. Porque muchas almas, al quedarse con todas las experiencias vividas, también se han quedado con el sufrimiento. El sufrimiento hacía que las almas quedaran ancladas a no vivir experiencias por el miedo a ese sufrimiento.
Ese sufrimiento, muchas veces, hacía que las almas se relacionaran desde él, repitiendo patrones que muchos seres humanos sabéis que estáis repitiendo vida tras vida hasta que lográis liberaros. En estos momentos, ese proceso de sanación de las almas se está acelerando. Porque tú no eres ese sufrimiento, el sufrimiento es solo un resultado de vivir las experiencias en este mundo humano.
Ese sufrimiento colectivo que las almas traen por las guerras, los desacuerdos, y las múltiples experiencias traumáticas que la humanidad ha pasado, está en cada uno de vosotros, grabado en vuestro ADN. En este momento, se está acelerando la sanación de ese sufrimiento colectivo.
Por eso, vais a notar más cómo esa herida, por llamarla de alguna manera, está «en carne viva». Esto es como cuando te aplican un medicamento en una herida; sabes que va a sanar, pero en ese momento pica. Es importante que no te apegues al proceso y que sepas lo que está sucediendo. Muchos seres humanos están sanando ese sufrimiento colectivo que ha sido creado a lo largo de generaciones.
Siente todo el amor en tu corazón y empodérate en este proceso de sanación. Di: «Estoy sanando junto a muchos hermanos en este proceso». Eso es diferente a sentirte identificado con él, porque en el momento en que te identificas con ese proceso, te crees que estás atrapado en él. Como seres humanos, no necesitáis repetir las memorias de sufrimientos ya pasados y vividos para sanar y pasar al siguiente nivel.
Respira hondo, sana la herida y siente que ya eres un ser consciente con muchas más habilidades, con mucha más sabiduría y con muchos más recursos, sabiendo hacer las cosas de manera diferente y reaccionando de una forma que no engendra más sufrimiento. Sobre todo, envuélvete como si fuera tu vestido más sagrado en este momento. Siéntete más sabio porque en ti reside toda esa sabiduría.
Cuando tu alma conecta con tu espíritu, que es el siguiente paso para manifestar todos los dones que traes desde tu esencia en este planeta, comienzas a sentir ese gran llamado hacia la sanación, hacia sanar a ti mismo. Es el despertar de tu alma que te está llamando. Así que abre tu corazón, porque allí es donde reside.
Escúchate a ti mismo, sabes que el alma siempre te va a hablar desde ese sexto sentido que llamáis intuición. Ella no va a mantener grandes diálogos como lo haría tu mente, pero sí puedes conectar con ella y saber perfectamente lo que tienes que hacer en cada instante y en cada momento, porque en ti reside esa luz del espíritu sagrado que eres, porque en ti se manifiesta. Así que eso es lo más sagrado que sucede en estos eventos: tú, tu alma y tu apertura a sanarte.
Te damos las gracias, os amamos profundamente y estamos siempre con todos y cada uno de vosotros.
Adonai Sebayot 💗